Friday, August 26, 2005

Cine Porno en Acapulco


La imágenes de la pornografía en Acapulco no está sujeta exclusivamente a los videos que se ven en la intimidad de los hogares, también existen lugares públicos, cines que exhiben producciones clasificadas como triple X en salas que pueden albergar hasta 300 personas, pantallas panorámicas con calidad de 35 milímetros y películas originales en formato VHS proyectadas con un cañón tricromático de video.

Con títulos como Sodomía no stop, La sensual animalita, Extasis Oral, Leena está hechizada y muchos otros, tres cines en Acapulco abren sus puertas a partir de mediodía para que jóvenes, adultos, viejos y hasta parejas, entren a ver sus fantasías sexuales a un costo de 25 pesos.

En Acapulco existen tres cines que pertenecen a una sola empresa, Aca Cinemas, que se dedican a exhibir películas pornográficas, que en su clasificación XXX exhiben sexo explícito en parejas y grupos heterosexuales en las calles de Ejido, colonia Hogar Moderno, Plan de Ayala, en la Progreso y Cinco de Mayo, en pleno centro porteño.

Las funciones comienzan a partir de las 12 horas y continúan hasta la media noche; con el costo de un boleto, el espectador puede permanecer en la sala el tiempo que desee y ver dos películas cuyas producciones se realizan principalmente en Hollywood y en países europeos como Francia e Italia.

El programa incluye la proyección de dos películas como Pensamientos peligrosos y Private Please en Plan de Ayala o Excitaciones y American Booty en Ejido, con actos explícitos en los que participan actores de la farándula porno estadunidense con nombres tan sugerentes como Rocco Siffredi, Pussicat, Emmanuel Cristale, Cal Jammer, Deborah Welles, Anita Dark, Catherine Meynard, Alan Phillippe, Stephani Sartori y directores como Patrick Aubim, Tony Yanker y Alan Perry.

Uno de los dos Acacinemas que hay en el puerto, –el que está ubicado en la avenida Ejido, el otro está en el antiguo Cine Tropical– proyecta sus cintas en formato de 35 milímetros que ofrece una mejor nitidez de la imagen, mientras que los ubicados en el centro y en la colonia Progreso (Cinema Dorado 2000), utilizan el formato de VHS, aunque proyectan exclusivamente películas originales de las compañías americanas Hardcore Inc., Transamerica Video Corporation, Private y Black Label, entre otras.

Sin embargo, aunque la exhibición de este género cinematográfico esté permitido, aún existen reglas impuestas por la Secretaría de Gobernación que prohibe que se exhiban en estas salas actos de homosexualismo, zoofilia, sadomasoquismo y pedofilia.

¿Vamos al cine?  

Los espectadores de la pornografía llegan solos al cine; un tanto recelosos, checan los alrededores, la cartelera y las próximas películas a exhibirse, se acercan a la taquilla, compran su boleto y pasan rápidamente a la sala.

En realidad no importa si se llega un poco tarde o a media película ya que la trama es muy escasa en este género, lo importante es captar la acción hard core.

El jueves en la tarde había 12 personas, todos hombres, muchos de ellos sentados hasta atrás, en los lugares que estén más alejados y con más penumbra, no se ven personas que estén sentados juntos, al contrario, alejados unos de otros.

El ambiente es denso, hay un olor a sudor impregnado en las butacas, polvo que se desprende de las paredes del cine.

La película, (Sodomía no stop) una producción italiana, está rayada ya por el uso.

El audio es pésimo, los sonidos incidentales han sido borrados para dejar solamente los diálogos, que se reducen a algunas palabras, gemidos, gritos, exclamaciones de placer y una música melosa. De fondo se escucha una máquina, el proyector Xenen 2000 de más de 20 años de existencia, cuyo mecanismo y lámparas aún funcionan, aún con algunos remiendos. El amplificador es un Phillips, modelo 1980.

La pantalla, de seis metros de alto por 10 de ancho, hecha con lona, refleja escenas que suceden en la sala de una casa antigua europea, un chalet en el bosque en el que se encuentran 15 mujeres y 10 hombres desnudos que ejecutan actos sexuales de todo tipo.

La actitud de los espectadores es contemplativa, reflejan cierto nerviosismo al moverse continuamente en sus asientos y voltean hacia otros lugares ocupados.

“Aquí viene de todo”  

Un empleado de uno de estos cines, quien decidió no dar su nombre a este diario, narró que en su experiencia de 15 años ha visto cosas sorprendentes.

“Aquí viene de todo, desde muchachos de la universidad hasta señores ya grandes que vienen en pareja a ver las películas”.

“No permitimos el acceso a mujeres solas porque puede ser muy peligroso. Ya saben que aquí pasamos películas pornográficas, de contenido muy fuerte y los hombres que vienen aquí pues están excitados y preferimos evitar que les falten al respeto”, dijo el empleado.

Narró que en una ocasión llegaron dos señoritas a ver una película porno: “ya sabían a lo que venían, pero no aguantaron ni 10 minutos en la sala porque aquí se ven cosas muy fuertes”.

El cuarto de proyecciones está tapizado de posters de películas antiguas, todas pornográficas, la lámpara que da vida al proyector, un bulbo de 1500 watts y el temporizador que da continuidad a la acción a razón de 24 cuadros por segundo.

“Aquí tenemos este proyector de cañón, Panasonic, es el que usamos cuando se descompone el Xenen, tenemos películas en VHS originales que las compramos a 200 pesos cada una, en realidad todas las películas las filman en formato de 35 milímetros y luego las pasan a video, a nosotros nos sale más barato comprar una original VHS que rentar cuatro rollos para una película en 35 milímetros, pero la calidad es mucho mejor y con un buen lente, la pantalla se puede hacer hasta de 12 metros de largo”.

En su carrera como encargado del negocio, se ha encontrado con escenas muy parecidas a las que se proyectan en la pantalla.

“Aquí vienen de todo, mayates, maricones, prostitutas y hasta parejas. Para eso tenemos el papel de baño porque es obvio que si viene un hombre solo pues se va a masturbar y mejor que se limpien en el papel y no en las butacas. No, no les decimos nada, cada quien hace lo que quiere, mientras no se droguen en el cine, pues cada quien su vida. Una vez me tocó ver cómo una pareja se sentó hasta adelante y empezaron a hacer el amor, cuando terminaron se paró uno de la fila y le dijo algo a la mujer, cuando vi ya lo estaba haciendo con ella y su esposo o su pareja, nada más los estaba viendo”.

“También es muy frecuente que vengan señores ya grandes muy bien arregladitos y se ponen a hacerles el sexo oral a los clientes, todo pasa sin ningún problema, se arreglan entre ellos y mientras no haya violencia, pues no nos metemos. No, nunca he visto que se golpeen o se peleen en las salas, al contrario, todos salen muy relajaditos”, finalizó.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home